EL CENTRO INMÓVIL O LA CALMA EN EL OJO DE LA TORMENTA
Esta es una hermosa imagen para tratar de comprender lo que es la consciencia, ese centro inmóvil de quietud y calma que es la esencia de lo que somos.
Mientras la tormenta está girando alrededor como un torbellino gigante a gran velocidad en el centro mismo hay una zona de quietud se le llama el ojo de la tormenta y es un centro inmóvil.
Este atmosférica, donde no hay nubes, ni lluvias, ni vientos veloces.
Y a pesar de ojo de la tormenta, se encuentra en el centro mismo la tormenta. Mas curiosamente, es un sector de tranquilidad los vientos extremos y la violencia que pueda haber en la propia tormenta, su centro u OJO se mantiene inmóvil e incluso puede dejar entrever el claro y azul cielo durante el día y dejar ver las titilantes estrellas en la noche.
Por eso la mejor manera de atravesar esta vida, este problemático samsara es desplazarse siempre en ese CENTRO INMÓVIL a medida que la tormenta de la vida se desplaza.
Ese CENTRO INMÓVIL, es la consciencia… que es libre e independiente de las influencias tanto externas como internas de la arrolladora tormenta que es este vida en la que vivimos.
Al permanecer en el centro inmóvil en esa consciencia, o consciencia-testigo nos mantendremos calmados, inalterables sea cual fuere el movimiento frenético de las tormentas de la vida… Al permanecer en esa consciencia–testigo, logramos resistir a la influencia hipnótica del mundo ilusorio, mecánico… tanto de los fenómenos externos caos, guerras, violencia, narcotráfico, terrorismo, hambre, sobrepoblación, cambio climático, contaminación, deforestación, etc., como de de los internos; odio, egoísmo, pasiones, dolor, frustración, desencanto, desilusiones, decadencia, miedos, apegos, deseos.
Al remolino agitado de lo fenoménico, a esa frenética tormenta en la que estamos inmersos, le llamamos el samsara, la rueda, la ronda de nacimientos y muertes… que trata de engañarnos y arrebatar y sacarnos de ese “centro de calma, de paz, de quietud, de totalidad. El CENTRO INMÓVIL. Que no es otra cosa que tu verdadera naturaleza.
VER VÍDEO …