“Hay que ser como un madero a la deriva… indefenso… inocente….” GAUTAMA BUDA

Esta es la historia de dos pequeños maderos  que van a la deriva en un rio embravecido.

Uno de los maderos se llama ACE y el otro RES.

ACE y RES viajan arrastrados por la gran corriente del río rumbo al océano.

Es necesario decir que el río avanza incontenible sin hacer distinciones, entre RES y ACE.

Para él no hay ninguna diferencia entre los dos maderos.

A pesar de que RES y ACE son  trozos de madera muy semejantes,  la forma en que cada uno de ellos asume el viaje es muy diferente.

RES que ostenta un gran ego quiere hacer su voluntad, controlarlo todo y mostrar su poder, por este motivo su viaje esta lleno de sufrimiento y tribulación…

Para comenzar,  RES ve al río como un enemigo al que hay enfrentar y resistir, pues este no le deja hacer su voluntad ni hacer lo que él quiere.

Vive en un constante estado de tensión y de oposición a la corriente del río… Pretende detenerlo gritando y amenazándolo que no lo dejara seguir adelante… además dice que el sabe muy bien como debería discurrir el río…

 Aunque el río avanza incontenible y el trozo de madera es absolutamente incapaz de controlarlo, no deja de gritar entre encolerizado y soberbio  que lo contendrá que lo cueste lo que cueste. Añade que si solo lo escucharan las cosas serían diferentes…

En medio de gritos, caos , desesperación y vanas amenazas RES sigue a la deriva. El rio ni lo escucha ni lo ve ni sabe que el pequeño madero está luchando ferozmente contra él. El río es totalmente inconsciente de su existencia y no le importa nada.

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